Dirigir la mirada hacia uno mismo permite encontrar los caminos internos para mejorar y brillar.
Es un espacio de autoconocimiento que permite comprender las acciones y motivaciones propias, conocer cuál es el piloto automático, qué emociones movilizan, qué pensamientos limitan y cuales potencian, reflexionar sobre cómo es la relación con los demás y cómo se puede mejorar.
Es un camino de aprendizaje, de descubrimiento, de liderazgo, de reflexión, de cambio, de mejora, de soltar lastre, de contactar con el presente, con el talento y de aumentar el bienestar y felicidad.
