Volar para tener alas
Volar para tener alas
Por Almudena Lobato.
Miras a tus pies y dejas atrás el camino de tierra andado, frente a ellos la nada, el todo, la oportunidad, la renuncia. ¿A dónde ir, a dónde no ir?.
Te dices a ti mismo que no es el momento, que aún te falta un poco para estar lo suficientemente preparado, que quieres hacerlo bien, que no quieres equivocarte, que no es bueno precipitarse… ¿Precipitarse?, ¿Cuanto tiempo llevas guardando equilibrio sobre un pie para no dar ese paso ansiado?. No te estás precipitando, en realidad estás paralizado. No vas ni a un lado ni al otro, ni hacia delante ni hacia atrás.
Dices que tienes un sueño, que lo vas a hacer, seguro, pero que cuando lo hagas lo quieres hacer bien. Estás en ello, preparándote, en el camino de hacerlo bien, y eso te permite sentirte tranquilo contigo mismo. Pero hay momentos y momentos, y pasas de la tranquilidad al reproche, a la prisa, y te dices que ya llevas demasiado tiempo en ello. Después de la tempestad de nuevo viene la calma, al fin y al cabo estás en ello, lo harás, ya queda menos… Y vuelta a empezar, el ciclo comienza de nuevo, un ciclo con principio y sin final.
Pero tú no quieres hacer las cosas bien, tú lo qué no quieres es hacerlas mal. Parece lo mismo, pero no lo es. Cuando quieres hacer las cosas bien, haces, y cuando haces mejoras. Cuando no quieres hacerlas mal, no haces, y cómo no haces no te equivocas. Una opción te mueve hacia delante, la otra te deja donde estás, una te hace crecer, la otra te empequeñece.
Tomar decisiones tiene un coste, no tomarlas también. Querer hacer las cosas perfectas tiene un precio, su precio es no hacerlas.
Cuando querer hacer las cosas bien
se convierte en una excusa para no hacer,
el miedo se convierte en el amo
de nuestras no oportunidades.
El miedo lleva a la perfección, buscas las alas perfectas para volar, pero no existen. No hay alas que permitan volar a quien teme volar, a quien no quiere caerse nunca, a quien no está dispuesto a arriesgar. Puedes pasarte la vida mirando tus maravillosas alas, pero siempre habrá mejores plumas, habrá quien tenga mejores alas que tú, habrá quien lleve más tiempo volando o quien sepa volar más alto.
Cuando piensas que aquello que tienes no es suficiente, nunca será suficiente. Hay personas que se pasan la vida preparándose para volar, pero nunca están listas, y las oportunidades pasan y se marchan, igual que la vida. Pero siguen preparando sus alas, día tras día, y así se convierten en los mejores preparados de aquellos que nunca cumplieron sus sueños, pero siempre cargaron con sus magníficas alas sin emprender el vuelo.
Pensar “Puedo volar” es un primer paso, uno cortito y luego quieto. Pensar “quiero volar” está bien pero sirve de poco, es un pensamiento, un deseo, poco más, sin fecha ni tiempo para realizarse. Pensar “Voy a prepararme para volar” es una trampa que te lleva a andar en círculos que no van hacia ninguna parte, siempre pegado al suelo. Pensar sin acción, es sólo pensar. El mundo está lleno de vidas pensadas y poco vividas.
¿Quieres volar?, vuela.
Vuela aunque no sepas cómo.
Vuela aunque no tengas plumas.
Vuela primero un poco.
Vuela admirando a quien vuela.
Vuela a ratos cada día.
Vuela arriesgando lo seguro.
Vuela sólo y vuela en compañía.
Vuela, fabrica tus alas en el cielo.
Vuela cerca, vuela lejos.
Vuela, cáete y emprende de nuevo el vuelo.
Como suele decirse “el único que no llega es aquel que no lo intenta”. Mientras tratas de hacer lo perfecto, te quedas quieto. Mientras tratas de no equivocarte, las oportunidades pasan en desfile delante de tus inseguridades. No vuela quien tiene alas, tiene alas el que vuela.
“Primero piensa en volar y no pierdas tiempo construyendo tus alas. Estas llegarán cuando estés preparado”
Tomás Dionisio de Marco
Un saludo y buen camino.
Almudena Lobato.
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Este Post está inspirado en el taller “Volar para tener alas: Construye tu carácter Innovador”que impartí en la VI Jornada de Psicología y Coaching del Colegio Oficial de Psicología de Andalucía Occidental, el 12 de mayo del 2016.
photo © Beth Moon, A Lifetime Photography
Imagen destacada: Pixabay
